Tantos sucesos tristes, vergonzosos y dañinos con respecto al dopaje, he vivido en los últimos años, que ya me he vuelto inmune a ellos. Leo la prensa y mi cabreo no explota, mi indignación ya no es tan grande y simplemente veo las cosas como un espectador que acude al teatro sabiendo que la obra que voy a ver me puede provocar lágrimas, risas o sorpresas.

Acaso no se está haciendo daño a la sociedad con la negatividad de los medios de comunicación? Y la cantidad de mentiras y manipulaciones que se realizan? No se está poniendo en cuestión la integridad de todos los deportistas españoles cada vez que sale un positivo y vemos impotentes como las instituciones permiten que no se cumpla su sanción o que no sean sancionados? Siempre la misma historia, el mismo teatro predecible por parte del tramposo y el mismo fallo por parte del sistema.

Yo, como atleta de alto nivel pero sobre todo como bioquímica y muy informada en temas de dopaje os puedo asegurar que los positivos por EPO exógena son, a día de hoy, prácticamente irrefutables. Sus métodos de análisis cualitativos (métodos cromatográficos, inmunológicos y electroforéticos que se describen en la Agencia Estatal Antidopaje (AEA)) presentan un fundamento científico. Los científicos que trabajan en estos laboratorios sacan a la luz un positivo sólo y únicamente cuando lo tienen bien claro, sino es a ellos a quienes se les cae el pelo. He tenido la oportunidad de conocer a algunos y lo que me ha sorprendido es su pasión por la ciencia, su mente brillante siempre preparada para nuevos retos y para mejorar los ya descubiertos. Cuando tienen la muestra no saben y no les importa quién hay detrás. Sólo se preocupan por la perfección de su análisis y en cumplir con las normas que rige el Código Mundial Antidopaje.

A quiénes pretenden engañar los deportistas cuando dan positivo por EPO exógena y proclaman a los cuatro vientos que ha sido un error, que eso no es posible o que se encuentran perplejos ante la noticia? Venga por favor, antes de afirmar algo de tan elevada importancia es necesario ofrecer una argumentación posible de disuasión. No basta con decir simplemente NO. Otro “argumento” muy común es alegar posibles daños sufridos en la muestra, ya sea por fallo de temperatura, evaporación… Acaso todos los deportistas son científicos y saben de lo que están hablando? Precisamente cambios en la temperatura o manipulación inadecuada tienen como consecuencia la desnaturalización de la proteína, en otras palabra, destrucción y pérdida de la muestra, lo que favorece al tramposo… Acaso le ponemos en entredicho al médico su diagnóstico cuando nos dice que tenemos una fractura o una inflamación de hígado y nos enseña la correspondiente radiografía o análisis químico? Deportistas, políticos y público en general, no se dejen engañar por estos actores.

Nuestro héroe, nuestro maravilloso deportista que consigue medallas para nuestro país, que tiene un objetivo que perseguir (fama, dinero) resulta jugar el papel portagonista de su propia tragicomedia. Final positivo o final negativo, no importa. Lo que importa es ver lo que está fallando.

Y volvemos de nuevo a la educación y a los valores, y no hablo de los valores del deporte, sino de los valores humanos y morales, en general. El problema está en que a cierta edad es muy dificil  cambiar a las personas. Así que a falta de valores, están las leyes. O ley mejor dicho, porque sólo tenemos una y no está sirviendo de mucho. Tenemos que endurecer nuestras leyes de dopaje y que no interfieran o sean un impedimento en el funcionamiento del Código Mundial Antidopaje. Castigo vía judicial y castigo vía deportiva deben actuar como líneas paralelas en sinergia, ayudarse y retroalimentarse entre ellas, y no lo contrario. A modo de ejemplo, nuestro país vecino castiga con un año de cárcel más multa económica el simple hecho de estar en posesión de sustancias o métodos prohibidos, y contempla otros muchos delitos deportivos en la lucha contra el dopaje, podéis verlo en este link. Estamos muy blanditos en lucha contra del dopaje, no científicamente, sino jurídicamente. Nuestra permisividad es merecedora de críticas externas.

Como diría Shakespeare: All the world’s a stage, And all the men and women merely players; They have their exits and their entrances, And one man in his time plays many parts, His acts being seven ages.

#dopingisforloosers

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