Las Autorizaciones de Uso Terapéutico (AUT o TUE en inglés) no suponen nada nuevo para los deportistas profesionales, más bien es algo que conocemos desde hace años, o al menos por parte de aquellos deportistas y personal de apoyo que nos preocupamos por conocer nuestros derechos y deberes.
El hackeo reciente de una cuenta de correo a un usuario autorizado a entrar en el sistema ADAMS (sistema de localización del deportista), ha puesto en duda las AUTs y las ha dado a conocer al resto de los mortales. Se ha generado una alarma basada en el desconocimiento y en esa “guerra fría” iniciada en el momento en el que Rusia fue sancionada a participar en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río, pero la realidad no va más allá de algo que ya ocurre en el deporte: la trampa.
Yo misma padecí hace 8 años asma al esfuerzo, provocado por una alergia a las arizónicas: 5 años de vacunación frente a las arizónicas + Ventolin y Symbicort, ambos inhalados, para evitar lo que me ocurría entrenando en mi día a día: no podía respirar en el momento que sometía mis preciados pulmones a un fuerte esfuerzo. Gracias a los alergólos del hospital Ramón y Cajal ya no sufro ese asma.
El Ventolín y el Symbicort contienen sustancias prohibidas: salbutamol y budosenida+ formoterol respectivamente. Para conseguir la AUT tuve que hacer una prueba médica que demostrara esa bajada de VO2. Si las pruebas médicas no hubiesen demostrado esa evidencia no habría conseguido la AUT, sin embargo, en el caso del Ventolín, a día de hoy es posible usarlo sin AUT ya que no está prohibido el uso de salbutamol inhalado debido a que su concentración inhalada para uso terapéutico es mínima y no mejora el rendimiento (1600 microgramos en 24H)*. Ahora bien, si nos encontramos en una muestra de orina concentraciones de salbutamol superiores a 1000 nanogramos/ml, esto significa que su uso no ha sido terapéutico ni inhalado. Tal vez los expertos en dopaje jueguen con estas concentraciones, su cinética de eliminación y con las AUT.
He leído una cantidad de titulares acerca de las AUT relacionándolas con dopaje permitido, realmente pienso en mi caso y probablemente en el de muchos compañeros en esta misma situación y me molesta que te incluyan en el saco de los dopados. Una vez más, los tramposos provocan esta situación, porque la realidad es que el sistema de las AUT puede ser mal aprovechado por los tramposos para doparse. Se han llegado a situaciones muy pintorescas en los controles: deportistas con un pene de plástico y flujo de orina diferente, cambiazos en los botes de orina, polvo de enmascarante escondido entre las uñas y un largo etc…¿Creéis que estos expertos en la trampa no son capaces de burlar el sistema de las AUT para doparse? Probablemente sí. El problema es que para que te concedan una AUT es necesario un informe médico que pruebe tu enfermedad. Mi duda es: ¿Quién realiza esos informes médicos? ¿Son médicos de las federaciones, médicos privados, sistema público de salud?. En mi caso, me aseguré de que los profesionales sanitarios estuvieran al día del código mundial y del procedimiento adecuado.
Entiendo que se siembre la duda cuando se ve a un deportista de renombre que ha conseguido éxitos, y detrás tiene concedidas 5 o 6 AUTs. Si tuviese el problema del asma a día de día, ya no necesitaría para mí ni una sola AUT… Probablemente la solución se encuentre en reforzar este sistema, hacerlo más exigente y con mayores responsabilidades hacia los médicos que realizan y firman el informe y continuar evitando las actitudes corruptas que ponen en entredicho el deporte de alto nivel.
*Datos consultados en la aplicación NoDopApp y en enlace del blog AEPSAD: http://blog.aepsad.es/wp-content/uploads/2015/07/Anexo-VIOK.pdf