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ADAMS

Hace poco se comunicó la sanción de dos años de Ángel Mullera y multa de 7500 euros debido a su negativa a pasar un control antidopaje, una infracción que contempla no sólo el Código Mundial Antidopaje, sino también la ley Española, en concreto la Ley Orgánica de Protección de la Salud en el Deporte (artículo 22.1 de la LOPSD). Podemos consultar esto en la web Sanciona2s

He podido leer comentarios e información errónea acerca de la localización del deportista y la verdad que no me gusta nada  que se tergiversen las historias para que luego la gente que desconoce el tema se lleve una idea equivocada. Por lo tanto voy a intentar explicar en este post en qué consiste nuestro sistema de localización, para qué sirve y lo que pensamos de él, al menos yo y muchos de los atletas que conozco. Durante el post iré citando algunos comentarios de Mullera para poder mostraros mejor dónde están los errores.

¿Qué es el sistema ADAMS? ADAMS

El sistema ADAMS (Antidoping Administration and Management System) es un software informático creado por la Agencia Mundial Antidopaje y es la herramienta de administración de datos relacionados con el antidopaje (localización del deportista, resultados de laboratorio y autorizaciones de uso terapéutico).  Se usa de manera universal en cualquier deporte y en cualquier lugar del mundo. Tenemos que ir actualizando cada trimestre nuestro paradero y nuestras competiciones para facilitar así los controles fuera de competición. Tanto la agencia mundial antidopaje, como las agencias nacionales antidopaje, pueden acceder a este sistema para gestionar y coordinar así los controles fuera de competición, y proporcionar información a las distintas federaciones deportivas.

¿Qué deportista entra en el sistema ADAMS?

Cada agencia nacional antidopaje, decide, tras información previa enviada por cada federación, qué deportista entra en el sistema de localización. Por ejemplo, este verano, todos los atletas con opciones de ir a los Juegos Olímpicos, fuimos incluidos. Es la AEPSAD quien te comunica tu inclusión y te facilita las claves, datos e información de lo que hay que hacer. También hay una lista de inclusión que la gestiona la Agencia Mundial Antidopaje, a través de las federaciones internacionales, dónde se incluyen a los deportistas que están entre las primeras posiciones del ranking mundial.

¿Cuáles son nuestras obligaciones como deportista en relación a nuestra localización?

Precisamente dentro del sistema ADAMS, tenemos que dar la siguiente información:

1. Tenemos obligación de indicar durante 1h al día (ventana de localización) nuestra localización, los 365 días del año. Podremos estar sometidos a pasar un control antidopaje en cualquier momento de 6am a 11pm.

2. Debemos indicar también los 365 días del año nuestra residencia nocturna.

3. Tenemos que indicar también nuestro lugar habitual de entrenamiento (dirección y horarios) y nuestro plan de competiciones (día, hora, lugar y nombre de la competición).

Cualquier modificación prevista de esto, debemos introducirla en la mayor brevedad posible en el sistema ADAMS, lo podemos cambiar desde el ordenador o desde la aplicación que existe para el móvil. Por ejemplo, antes de irme de concentración de semana santa, tuve que cambiar para esos 5 días mi ventana de localización, mi residencia nocturna (el hotel donde dormía) y el lugar de entrenamiento.

¿Qué opina el deportista de todo este sistema de localización?

Bajo mi punto de vista, y con las opiniones intercambiadas con otros atletas de mi entorno, este sistema de localización puede resultarnos un poco “coñazo” debido a que tenemos que ir actualizándolo cada trimestre, pero al final es una norma de nuestro deporte y es una herramienta que permite luchar contra el dopaje y defender un deporte más limpio. Ni me siento delincuente, ni perseguida, sino al revés, colaboro y cumplo con la norma como buena ciudadana para lograr un deporte más limpio y justo. Cabe destacar que todo esto de la localización surge de los tramposos que intentan siempre engañar y buscar la trampa. Gracias a ellos tenemos todos que pasar por este sistema de localización. Y por otro lado, como en cualquier otro trabajo, existen normas que hay que cumplir.

Desmontando mentiras

Ahora vamos a analizar, comentar y desmontar algunas cosas que escribió Mullera en su desahogo. Cito del texto en español sacado del diario AS.

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“Días en los que no tenía que ir a las pistas e iba, porque mi obligación era estar allí por si los agentes antidopaje venían a pasarme el control. Ya que mi OBLIGACIÓN es la de estar localizado a una hora al día en una dirección que facilitas a la Agencia Estatal Antidopaje y la mía, cuando estoy en Lloret de Mar es mi lugar de trabajo, las pistas de atletismo. Y aquel día también era el el lugar y la hora a la que tocaba, cumpliendo con mi OBLIGACIÓN de los 365 días donde tienes que estar.”

Lo que está en negrita es cierto, ya lo he comentado antes. Ahora bien, os explico acerca de la hora/ventana de localización, que no tiene porque ser tu sitio de trabajo. La hora de localización y el sitio lo eliges tú. Precisamente tiene que ser una hora que te trastoque lo menos posible y que sepas que de manera habitual vas a estar allí, como por ejemplo de 7 a 8 de la mañana o a última hora del día que sabes que estás en casa durmiendo o a punto de irte a dormir. Dicho esto, algunos atletas listillos ponen horas que dificultan su localización precisamente para evitar encontrarse con los agentes de control, porque si se presentan y tú no estás, no es sanción,  es un fallo o un aviso y tienes aún dos oportunidades más de fallar antes de que te sancionen. A los 3 fallos en 12 meses ya es sanción. Además, si por cualquier motivo no vas a estar en ese sitio en tu ventana de localización, lo puedes cambiar fácilmente desde el ordenador o desde el móvil.

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Nunca me he negado a un control antidopaje, nunca, pero tampoco me habían perdido el respeto de esa manera, y menos cuando no habían hecho lo que tocaba, que era localizarme en mi puesto de trabajo, como se estipula en mi ficha de localización que ellos mismos me piden que rellene. No me llamaron como tenían que hacer. En definitiva: HICIERON LO QUE LES DIO LA GANA.”

Bueno, todo esto de aquí es un texto victimista sin sentido, el atleta Olímpico  Álvaro Rodríguez lo explicó perfectamente en un artículo de opinión. Simplemente añadir que el que no estaba haciendo lo correcto era Ángel y los agentes hicieron su trabajo perfectamente, etapa tras etapa (cómo iban a llamarte, si es un control sorpresa!!)

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“Dos médicos que trabajan sin estar colegiados en España, por lo que según la ley, no pueden ejercer en este país pero ellos siempre tienen razón y nunca aceptan su equivocación, se saltaron las normas yendo al lugar y a la hora que no tocaba, intentaron acceder a mi casa sin mi permiso, haciendo fotos desde fuera, tratado como un delincuente, perseguido hasta la muerte”

La ley contempla precisamente una externalización de los agentes de control corrigiendo así otros problemas que existían anteriormente.  Al externalizar esto, el proceso de control se vuelve más objetivo y neutro, sin que haya relaciones interpersonales o de amistad entre los agentes de control y el deportista, por otro lado,  cómo dice el código y la ley los agentes pueden acudir al lugar y a la hora que ellos consideren (basados en la información proporcionada por el sistema ADAMS) entre las 6am y 11pm.

Mejor no sigo citando la cantidad de insultos que siguen en el texto. Todo esto demuestra la falta de respeto, de educación y  el no saber aceptar las normas sociales.

Este caso es un perfecto ejemplo de éxito del sistema y de la lucha antidopaje, en concreto de la utilidad del sistema ADAMS, ya que han pillado a una persona que estaba actuando en contra de la ley. Me gustaría recordaros que la negativa a pasar un control es una infracción de 4 años según el Código Mundial Antidopaje, pero la ley española lleva un retraso en la adaptación a este Código Mundial y por ello la sanción que ha recibido en este caso Ángel Mullera es de 2 años. Vamos, gracias a que es Español se ha librado de 4 años de sanción.

Los únicos que hacen lo que les da la gana, los que faltan al respeto, los que se saltan la norma y la ley, los que hacen daño al deportista limpio  y que llenan de mierda y manchan este deporte, son las personas que actúan como ha actuado el señor Mullera. Incapaces de reconocer un error, de perdonar, y echando la culpa a los demás. No te vas a tomar un descanso necesitado, sino obligado, porque te han pillado, y lo sabes.

¿Cuántas veces he podido analizar, comentar, reflexionar acerca de las causas que provocan caer en el dopaje? La verdad que muchas, ya sea sola o en compañía de mi entorno. También he analizado el daño que provoca, no solo a TODA la sociedad, sino también las consecuencias negativas para el propio deportista que se dopa. Una de esas consecuencias que muchas veces el propio deportista no es consciente, es la descendencia.

Me quiero centrar concretamente en ésta ya que fue uno de los puntos que comentó mi madre durante el curso que celebró la AEPSAD el pasado mes de Junio en la UIMP y creo que es una de las consecuencias negativas a largo plazo, que si el deportista en cuestión pensara en ella dos veces, tal vez no se doparía porque probablemente sea la más dura y difícil de sobrellevar. Del mismo modo, la negación de cara a admitir y reconocer el haber caído en la trampa sea en parte debido a esto: la descendencia.

¿A qué me refiero con la descendencia? Pues precisamente al hecho de tener hijos/as o de poder tenerlos en un futuro. Me pongo a mi misma como ejemplo para entenderlo mejor, supongamos que soy madre y a medida que mis hij@s van teniendo uso de la razón yo les cuento con orgullo lo gran deportista que era, como luchaba por mis cosas a base de esfuerzo y las medallas que lograba, una historia ejemplar y bonita para contar. Supongamos que yo en su día como atleta utilicé sustancias o métodos prohibidos, ahora bien, tendríamos tres supuestos:

1. Si no me han cogido, yo y solo yo de cara a mi familia sé la verdad y no se la voy a contar, lo que me vuelve en una mentirosa de por vida conmigo misma y mi propia familia (en mi caso creo que me volvería loca y me comería por dentro tener que llevarme ese secreto a mi tumba).

2.Me han cogido o me he visto implicada en algún caso de dopaje, ahí es donde interviene Google. Mis hij@s que serán muy listos (o ya se encargaran sus compañeros de clase de recordárselo) verán mi nombre junto a las palabras “dopaje” “suspensión” “sanción” “trampa” “bolsas de sangre” “jeringuillas” y no creo que eso sea un plato de buen gusto para ell@s, tocará dar explicaciones.

3. Supuestos 1 y 2 pero les cuento a mis hijos la verdad, eso implica armarse de valor y probablemente te quites un peso de encima pero visto como actúan los deportistas tramposos, dónde nadie reconoce nada, ni siquiera cuando dan positivo en los controles, me da la impresión que este supuesto es el menos común. Si en tu pasado hiciste trampa y ni siquiera te han pillado…¿para qué voy a contárselo a mis hij@s?

Un ejemplo de la importancia de tener en cuenta la descendencia lo tenemos en Paula Radcliffe (plusmarquista mundial de maratón) dónde debido a las recientes acusaciones de dopaje ella declara que “lo peor de todo esto es cuando veo a mi hija llorar” y “mis hijos son los que salen perdiendo”

Cada uno es libre de actuar de la manera que considere pero siendo siempre consecuente de sus actos. Evitar que los deportistas hagan uso de sustancias y/o métodos prohibidos ya no es una cuestión sólo de salud hacia el deportista, sino también de salud y vida hacia su familia, su futuro. La educación y el apoyo psicológico son claves.

Esta mañana acudí al debate de Salud y Dopaje organizado por la Agencia Estatal Antidopaje. Estuvieron presentes David Millar (el ciclista) y Michael Robinson (el de los Informes). El debate duró unas dos horas en las cuales David Millar nos contó su pasado oscuro. En comparación con la entrevista que ayer hizo Lance Armstrong, veo grandes diferencias, todas bajo mi punto de vista:

1. Armstrong se dopó, le pillaron y ha confesado todo. David Millar también se dopó, pero su sentimiento de culpabilidad era tan grande que mientras seguía compitiendo empezó a escribir su libro para liberarse y contar la verdad. Cuando le pillaron, también confesó.

2. Las declaraciones de Armstrong me han resultado lamentables. Es cierto que ha dicho la verdad, pero creo que era lo que tenía que hacer, tenía el imperativo categórico de decir la verdad y no más mentiras como había hecho hasta ahora (aunque bueno, peores casos hemos visto de deportistas que también les han pillado, han sido sancionados y aún así seguían mintiendo! Me entra la risa sólo de pensarlo). En sus declaraciones de intenciones no he visto a una persona arrepentida, a una persona reconociendo sus errores. Tampoco he escuchado la palabra salud por ninguna parte. Ya no sólo salud física, sino salud mental: ética, valores, principios. Sin embargó, Millar se dio cuenta del monstruo en el que se había convertido y hoy, he podido escuchar a un Millar llamándose a sí mismo estúpido, hablando de salud, de no ganar a toda consta y con la idea de transmitir este mensaje a los jóvenes deportistas para que no caigan en el mismo error que él. Es una persona que ha sabido reconocer un error y pedir perdón.

La actitud de Millar es valiente, imagino que habrá sido difícil todo su proceso de toma de conciencia y de dar el paso para acabar con el atleta tramposo que se estaba convirtiendo. En un momento dado alguien le ha hecho una sencilla pero gran pregunta: Por qué no dijiste que no al dopaje desde el principio? Esa es la clave: tener la suficiente valentía para decir NO desde el principio. Y para mí, los verdaderos deportistas VALIENTES son aquellos que no llegan a doparse nunca y que saben decir NO desde el principio. Ellos son los que deberían de subir al escenario y contar sus historias, ellos son los que deberían centrar los focos de los medios.

A raíz de las confesiones de Armstrong,  el espectador en general se ha sentido malhumorado, engañado, manipulado (twitter ardía con comentarios negativos). Espero que esto sirva para que la sociedad y los periodistas puedan ponerse en el lugar del atleta limpio y que sepan como nos sentimos. Ya no es solo un sentimiento de engaño y frustración, ya que también los tramposos nos roban momentos, medallas y dinero. Se ha abierto un poquito la caja de Pandora y espero que ahora mismo no sólo los deportistas limpios y la Agencia luchen contra el dopaje, sino que también lo hagan los periodistas, los organizadores, los sponsors y la sociedad en general. Si todos ponemos nuestro granito de arena, será más fácil.

Y por último me gustaría decir que hay dos tipos de barreras que limitan el bien y el mal. La primera es una barrera legal, es la ley que dice si eres culpable o inocente. Esta barrera es universal y te la imponen. Pero luego está la barrera personal, en la que tú mismo decides si eres inocente o culpable de algo sin necesidad de que nadie te lo imponga. Esa barrera es precisamente la barrera de tu moral, tu ética, tus valores y eres tú quien define esa barrera. Es una barrera diferente en cada individuo.

Para crecer como persona no hay que llegar al reto o al propósito que te marcas, sino que, durante el camino para llegar, tienes que convertirte en la persona capaz de merecer esos retos. Desde luego, Armstrong no creció como persona en los 7 títulos de ganador del Tour de Francia.

Como dijo en un momento del debate Michael Robinson: “cuando te acuestas con perros, te levantas con pulgas”.

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