Escuchar tu cuerpo, sensaciones. Creo que son las palabras clave del entrenamiento Keniata. Bueno, y aunque suene un poco contradictorio (ya que “escucharse a uno mismo” implica pensar) ellos mientras entrenan no
piensan demasiado. Si salen a muerte y revientan, se paran. Si ven a un wuzungu desconocido que les sobrepasa, empiezan a cambiar hasta que ya no puedan más.
Ellos aquí funcionan por tiempo, y no por distancia. Los martes, jueves y sábado son los días fuertes. Los martes en la pista hacen series de 400, 600 o 800. Ir un martes por la mañana a la pista es increíble. Hay como 100 keniatas entrenando en una pista que mide 405m, dónde hay una zona que está un poco más elevada, la pisada es irregular y el polvo que se levanta es tal que acabas con los
dientes marrones. Los jueves o bien vas a la pista a hacer series más largas, o te reúnes en un punto para hacer cambios por los caminos de Iten. Los cambios suelen ser de 1’/1’ (1min rápido, 1min lento) 25 veces o bien de 2’/1’ (17 veces) o sino 3’/1’. El tipo de cambios lo decide el “jefe” y todos le hacen caso. El jueves pasado yo me uní a un grupo de 6 keniatas para hacer 25 de 1’/1’. Salieron a muerte, pero en el 7º cambio ya había cogido a tres (intentaron cambiarme para que me quedara, pero la wuzungu pudo con ellas!), en el 10º empecé a sufrir mucho y en el 17º tuve que pararme y continuar a trote despacio. No os podéis imaginar cómo se nota la altitud, y en el momento que ya vas reventado es imposible seguir! Aquí no puedes entrenar al 100%, tienes que ir a un 80-70%.
Con respecto a los doblajes de la tarde, puedo decir que van realmente despacio, o como decimos entre nosotros “easy, easy”. Hacemos alrededor de 10km rodando muy suave, porque ellos realmente hacen el entreno fuerte por la mañana, y por la tarde su rodaje consiste en regenerar y recuperar. Esto nos sorprendió bastante, ya que teníamos la idea de que siempre rodaban rápido. Asique por la tarde las féminas nos acoplamos a Arturo y nuestros amigos Keniatas (Mathew y Marc, dos keniatas que quedan todos los días con Arturo para entrenar), y por la mañana hacemos nuestro entrenamiento, acompañadas a veces por Doris.
A modo de anécdota, el viernes pasado fuimos por la tarde a la pista a hacer unas rectas de 100m. Estábamos sólo Arturo, Fabiana, Mathew, Marc y yo. Pero allí en la pista aparecieron 5 niños, dos niñas de la cuales llevaban a sus espaldas un bebé. Nosotros empezamos a hacer nuestra técnica de carrera y ellos empezaron a imitarnos y a correr a nuestro lado, una de las niñas que cargaba con el bebé era la que más tiempo estuvo haciendo los ejercicios, a pesar de llevar el bebé a sus espaldas. La otra niña se quedó sentada, ya que el bebé que cuidaba estaba malito. La verdad que fue sorprendente, pero al fin y al cabo son niños, niños que están sin escolarizar (ya que no llevaban el uniforme) y con ganas de hacer algo diferente, de jugar, de reír…Yo aproveché para darles un juguetito que me traje de Madrid, y después, junto con Fabiana, estuvimos jugando con ellos a pañuelo y enseñándoles estiramientos (ya eran 11 los niños que se juntaron, algunos acababan de salir de la escuela).
Los Keniatas entrenan todos los días, y doblan todos los días. Excepto el domingo, que es el día del Señor, al no ser que salgan a rodas a las 6.30 de la mañana. La mayoría de la población es cristiana o protestante, asique los domingos van a misa. Por lo visto ir a misa es el evento de la semana, se visten todos con sus mejores galas y parece ser que están durante 4 horas en misa. Allí cantan, rezan, comen…si tengo la oportunidad iré un domingo a verlo.
Bueno, esto es todo por ahora. En el siguiente y último capítulo nos adentraremos más en la vida Keniata aquí, en Iten, así como en las anécdotas curiosas que nos hayan ocurrido.
Eres un crack helen! estoy muy orgullosa de ti my bitch!
Besazos y que lo termines de pasar genial!
excelente