Se termina la temporada para mí. El balance: siempre mirando en positivo.
Como se nota que me gusta el dulce, ya tengo en mi poder cuatro medallas de chocolate. Al final el dulce se me está volviendo amargo…Pero yo me quedo con las palabras de mis buenos amigos y de mi familia: “sin los momentos malos no disfrutaríamos tanto de los buenos” “nosotros te apoyamos y te vamos a ayudar en lo que sea necesario” o “lucha, lucha, lucha. Sufre, sufre, sufre. Y luego baila, baila, baila”.
La gente ignorante que cree que lo único que haces es correr, no tienen ni idea de lo que hay detrás de una planificación de temporada. Cada mes, cada día, cada contratiempo que va surgiendo. El esfuerzo es físico y mental. Tocas múltiples áreas: fisiología, medicina, psicología, química, sociología, economía…A veces sólo hace falta que una de ellas falle, para que falles tú, tus resultados y que todo se vaya al traste.
Al final de la temporada analizas, intentas ver cuales han sido tus errores, buscar un por qué y querer mejorarlo de cara a la siguiente. ¿Cuántos trabajadores hacen esto en España?
Entramos en año olímpico, y eso va a estar presente todo el rato en nuestra mente.
Gracias a todas aquellas personas, íntimas, conocidas, desconocidas, virtuales que me han brindado su apoyo.
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