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Correr en casa siempre es un aliciente. El día de antes no tienes que viajar y puedes emplearlo en estar algo ocioso, léase ir al cine a la hora de los niños y mayores para poder cenar en casa y acostarte pronto. ¿Sábado noche con una copa y buena compañía? Eso lo dejamos para ocasiones especiales!

Al llegar al circuito aproveché para saludar a una amiga mía que vive justo en los edificios colindantes al parque de Andalucía. La música, que a mí me motiva mucho, estaba a todo volumen y nos daba la bienvenida. El Cross de Alcobendas se lleva realizando desde mediados de los 80 y yo he corrido este cross como atleta juvenil, junior, promesa y ahora sénior. Concretamente en el año 2004 gané en categoría Junior. Los atletas que vienen por primera vez a este cross suelen sentir algo de miedo, todo provocado por los comentarios de aquellos que ya hemos corrido: “Es un rompe-piernas” “Hay unas cuestas que alucinas” “No hay más de 200 metros de llano”. El caso es que para mí es un cross sufrido y al mismo tiempo divertido. Este año, debido a la suspensión del cross de Llodio, se adelantó de fechas y Alcobendas era también un circuito clasificatorio para el Europeo de Cross. Quiero dar la enhorabuena a la organización porque no hubo ningún tipo de problema y los operarios eran todos muy agradables (al menos conmigo).

Nada más dar la salida nos esperaban unos 100 metros de cuesta. Salimos a un ritmo medio y yo me encontraba en el grupo de cabeza junto con la eritrea Weldu, Alessandra, Diana, Lidia, Marta Silvestre, Marisa, Cris Jordán…Mis sensaciones eran buenas y tenía en mente salir valiente y adelante; al paso por la primera vuelta ya se empezaron a distanciar la eritrea, Diana Martín y Alessandra Aguilar, nos quedamos un grupo perseguidor de 5-6 personas. A medida que pasaban los kilómetros las piernas te pesaban más y costaba mucho recuperarse de las cuestas, yo me iba descolgando del grupo y me quedé sola durante unos minutos. Vi que Cristina Jordán y la etíope Rehima también se descolgaron y yo pude darles caza, al mismo tiempo que Gema Barrachina nos alcanzaba. Estaba en ese grupo de 4 en la última una vuelta y decidí marcar el ritmo. El problema de este cross es que no puedes dejarte energía para el final, ya que los tramos finales son curvas y cuestas y es imposible adelantar a nadie (exceptuando los últimos 100 metros). A todo esto he de agradecer los ánimos del público, cuando estás en casa siempre hay más gente que viene a animarte.

Finalmente conseguí desenganchar a dos oponentes y me quedé junto a Gema, que en un mano a mano acabé esprintándola en esos pocos metros llanos finales (tenía que sacar mi vena mediofondera). Acabé octava y séptima española, lo que supone mi mejor puesto de sénior en este cross y sabiendo por lo tanto que voy por el buen camino. El pódium se cerró con la eritrea Weldu, Diana Martín y Alessandra Aguilar. Sin lugar a duda da mucho gusto correr entre rivales pero siempre manteniendo el buen rollo y fomentando el compañerismo.

La selección para el Europeo de Cross saldrá dentro de poco.